sábado, 15 de marzo de 2008

EL ÚLTIMO DISPARO

besé cada bala de mi fusil...
y todo fue dulce, como flores que explotan.

but...
bang, bang! we shot us down!


[ahora pararemos los disparos con las palmas de nuestras manos]

1 comentario:

goyto dijo...

El néctar de esas flores lo guardo en botecitos de frágil cristal en la repisa de mi neocórtex, allá donde residen los recuerdos. A veces se destapan y ese dulce almibar recorre mi boca.